La proteína es un ingrediente cada vez más popular en la industria de alimentos. Los consumidores la prefieren porque su ingesta aumenta el sentido de saciedad y ayuda a prevenir el envejecimiento de los músculos, según unos estudios. En adición, muchos deportistas la consumen para ayudar a aumentar su masa muscular. Incluso hay programas de dieta populares como el paleo y el Atkins que incorporan el consumo de altos niveles de este nutriente.
Hoy en día, la adición de proteína a los alimentos va más allá que productos como bebidas proteicas y barras nutricionales. Productos desde cereales de desayuno a snacks fortificados con proteína son cada vez más comunes en el mercado. La industria de panadería y pastelería no es excepción ya que se ha visto varios lanzamientos de productos enriquecidos en proteína. Por ejemplo, George Weston Foods en Nueva Zelanda presentó Tip Top Hi Protein, que contiene 10 gramos de proteína por porción, durante 2015. En Europa, mientras tanto, la marca británica Dr. Zak’s ofrece una gama de estilos de panes y otros productos como bagels que contienen 300% más proteína que un pan típico y 30% menos de carbohidratos.
Alemania es uno de los países donde los productos de panadería y pastelería con un alto contenido de proteína han logrado más adeptos. Mientras tanto, se cree que Estados Unidos es el mercado donde más este fenómeno crecerá en los próximos años.
Cada vez más hay diversidad en las productos usados para aportar proteína a los alimentos. Típicamente se ha utilizado polvos de soya o suero de leche, pero estos son alérgenos comunes para unas personas. Además, el suero de leche no es apto para personas que siguen una dieta vegana. Por lo tanto, han surgido otras opciones como proteína de arvejas amarillas y girasol que no tienen estos inconvenientes. La proteína de arveja amarilla se destaca por su alto contenido de ciertos aminoácidos, mientras que la de girasol ayuda a aumentar la vida útil de los bienes horneados.
Otro ingredientes proteicos que ha recibido atención últimamente es el derivado de claras de huevos. Aunque tiende ser más caro que otras fuentes de proteína y no es apto para veganos, trae otros beneficios. Investigadores en la Universidad de Cork (Irlanda) y Maastricht (Países Bajos) encontraron que este derivado puede promover la salud cardiaca, bajando la presión sanguínea y los triglicéridos y mejorando el nivel de colesterol bueno. Adicionalmente, reduce la glucosa en la sangre.
Según expertos en formulaciones, el uso de proteína también puede mejorar ciertos aspectos de los bienes horneados. Según Kristen Coad, especialista en aplicaciones de bienes horneados de Roquette,
en Geneva Illinois, Estados Unidos, “todos los productos horneados pueden beneficiar de la adición de proteína, pero la funcionalidad varía según el tipo de bien a hacer y la proteína a usar. Por ejemplo, en las tortas la proteína ayuda con la emulsificación, ablandando el producto terminado y dando una mejor sensación gustativa para el consumidor”. Generalmente, es un proceso de prueba y error para determinar la cantidad y tipo de proteína para cada aplicación. Se sugiere comenzar con niveles más bajos de la proteína a agregar e ir aumentándole y también experimentar con distintos insumos hasta conseguir los resultados deseados.
Fuentes:
http://goo.gl/9UJuN9
http://goo.gl/YqMClI
http://goo.gl/TeTqH
http://goo.gl/KX3i0V
http://goo.gl/z3PXUS
http://goo.gl/HQBrL5
http://goo.gl/VTVLLv
http://goo.gl/pqbqe
http://goo.gl/HQk5rN
Beyond protein nutrition: Take 5 authoritative opinions.
Baking Europe. Spring 2016. Página 33.